Actualizado 04 septiembre 2024
Introducción
El catéter intratecal o subaracnoideo puede utilizarse tanto para la realización de anestesia subaracnoidea continua como para el control del dolor crónico severo, principalmente en pacientes oncológicos que no presentan mejoría clínica con el tratamiento endovenoso o convencional, o para casos de espasticidad grave (neuromodulación).
Siempre debe realizarse en un entorno hospitalario estéril por un profesional capacitado y puede usarse de forma intermitente, con inyecciones regulares o mediante una bomba de infusión.
Este contenido se centra en el uso del catéter en bombas de infusión.
Fisiopatología
El uso del catéter intratecal es un método de neuromodulación. El medicamento se inyecta de forma continua o intermitente directamente en el espacio subaracnoideo (líquido cefalorraquídeo), expandiéndose hacia la médula espinal y el encéfalo, proporcionando una acción directa en el sistema nervioso central. El catéter está conectado a una bomba de infusión localizada en el tejido subcutáneo del paciente.
Mecanismo
Muchos pacientes con dolor crónico severo, especialmente los oncológicos, se benefician de esta terapia cuando el tratamiento convencional ya no surte efecto.
El catéter introducido en el espacio subaracnoideo está conectado a una bomba de infusión implantada bajo la piel del paciente, en el tejido subcutáneo, y los analgésicos se administrarán bajo un sistema de infusión programable según el criterio y la necesidad de cada paciente hasta una dosis máxima diaria objetivo.
La irrigación del medicamento puede ser continua o intermitente. El medicamento alcanzará las fibras nerviosas espinales y promoverá una analgesia bastante satisfactoria.
El catéter intratecal es una pieza única, estéril y radiopaca con una punta de tungsteno (para mejorar su radiopacidad) y orificios en su extremo para la dispersión de los medicamentos.
Presenta marcas de profundidad de 5 a 30 cm y viene acompañado de accesorios que facilitan su posicionamiento y acoplamiento a la bomba de infusión.
Técnica
Para la implantación del catéter, tanto para la anestesia subaracnoidea como para la terapia analgésica, se debe seguir el protocolo de asepsia y antisepsia con colocación de campos estériles; el procedimiento siempre debe ser realizado por profesionales capacitados y cualificados.
Implantación del catéter para analgesia
- Monitorizar al paciente, sedarlo y posicionarlo en decúbito lateral para la punción lumbar.
- Realizar la asepsia y antisepsia del lugar a puncionar y de toda la región que se utilizará para la implantación de la bomba de infusión.
- Establecer y marcar los lugares de la punción y de la colocación de la bomba antes de la punción.
- Realizar la punción subaracnoidea como de costumbre con la aguja propia del kit.
- Irrigar el catéter con solución salina para lubricarlo y facilitar su paso por la aguja.
- Después de la punción lumbar con la aguja de Tuohy (del kit), introducir el catéter por la aguja hasta aproximadamente el espacio correspondiente a tres vértebras, siempre en dirección cefálica.
- Retirar con cuidado la aguja, manteniendo el catéter firmemente en la posición de la punción (sujetándolo sobre la piel). Cuidado para que el catéter no salga junto con la aguja o quede demasiado superficial.
- Fijar el catéter en el lugar adecuado. Como será un catéter de permanencia, fijarlo con sutura y accesorios propios que componen el kit.
- Tener cuidado de no obstruir el catéter en este momento.
- Después de la fijación, realizar la tunelización del catéter.
Tunelización del catéter
- La tunelización, que consiste en el paso del catéter por debajo de la piel (tejido subcutáneo), se realiza mediante un orificio que forma un túnel, con el fin de proteger y mantener fijo el catéter acoplado a la bomba.
- El tunelizador debe acoplarse al extremo distal del catéter.
- Con el complejo tunelizador-catéter, se hace un túnel bajo la piel hasta alcanzar el lugar de la bomba implantada. Se debe tener cuidado de no perforar la piel ni la pared torácica.
- Dejar siempre una longitud que permita al paciente moverse sin estirar demasiado el catéter.
- Conectar el catéter a la bomba de infusión.
- Con la ayuda de un profesional cualificado (cirujano o anestesista), posicionar la bomba dentro de la «bolsa subcutánea» y realizar las suturas para su fijación bajo la piel.
- Generalmente, la bomba se implanta en la región del abdomen.
- Asegurarse de que el catéter no tenga pliegues y realizar la sutura final en la región del implante.
Medicamentos utilizados
Los medicamentos mas utilizados por el catéter intratecal son la morfina para casos de dolor crónico y el baclofeno para casos de espasticidad severa.
Otras informaciones
El reemplazo del relleno de la bomba se realiza mediante una punción subcutánea indolora de la cámara del reservorio en la propia bomba. No es necesario anestesia.
Normalmente, el reservorio necesita ser recargado cada 3-6 meses.
Las bombas tienen una duración de hasta 7 años, dependiendo del fabricante (batería).
La bomba puede ser utilizada en pacientes a partir de los 3 años de edad.
Indicaciones
- Anestesia raquídea continua.
- Tratamiento del dolor crónico intratable.
- Tratamiento de la espasticidad grave.
Contraindicaciones
- Infección en el lugar de la punción.
- Alteraciones anatómicas de la columna que impidan la punción.
- Trastornos de coagulación.
- Alergia a los componentes del catéter.
- Alergia a los medicamentos.
- Pacientes sin tamaño adecuado para la implantación de la bomba de infusión en la piel.
- Pacientes menores de 3 años de edad.
- Terapias hiperbáricas.
- Terapias magnéticas.
Complicaciones
- Cefalea post-raquídea.
- Ruptura del catéter.
- Migración del catéter.
- Obstrucción del catéter.
- Hemorragia.
- Hematoma espinal.
- Infección del sistema nervioso central.
- Lesión espinal o nerviosa.
- Parálisis.
- Dolor en la inyección.
- Fístula de líquido cefalorraquídeo.
- Problemas relacionados con la bomba de infusión.
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