Actualizado 18 octubre 2023
Introducción
Es innegable decir que la leche materna es el mejor alimento para los lactantes, debe utilizarse exclusivamente hasta los seis meses de edad y como alimento complementario después de esa fecha.
La leche materna contiene la cantidad adecuada de nutrientes y sustancias para cada niño, por lo que es el alimento ideal, ya que se produce teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada individuo.
Sin embargo, existen algunas situaciones en las que la lactancia materna está contraindicada y en ocasiones es necesario complementarla. En estos casos es necesario el uso de alguna leche para sustituirla. Ampliamente utilizada para este fin, la leche de vaca nunca debe ser la opción para niños menores de 2 años, ya que tiene una baja cantidad de hierro biodisponible, puede provocar microhemorragias en la mucosa intestinal, desarrollo de alergias, anemia y obesidad.
Cuando no es posible la lactancia materna, utilizamos fórmulas infantiles, dichas formulas no son todas iguales, cada una tiene sus particularidades para intentar cubrir las necesidades de cada niño de forma individual.
El volumen de leche varía en cada caso, teniendo en cuenta principalmente el cálculo de la capacidad gástrica (30-40 mL/kg). Este volumen debe administrarse cada 3 horas en promedio para niños menores de 6 meses; o según la introducción de alimentos propuesta en niños mayores.
Fórmulas iniciales
También conocidas como “fórmulas 1” o “fórmulas de inicio”, están dirigidas a niños menores de 6 meses y deben utilizarse en lactantes sanos.
Contenido calórico: Generalmente aportan 67 kcal/100 ml.
La composición proteica de la leche de vaca difiere de la leche humana. La lactoalbúmina es la principal proteína de la leche materna, mientras que en la leche de vaca es la caseína. La relación proteína de suero/caseína en la leche humana es de 80/20, mientras que en la leche de vaca es de 20/80. La mayoría de las fórmulas elaboradas con leche de vaca contienen un 50% más de proteínas (2.1 a 2.2 g/100 ml) que la leche humana.
El hierro de la leche humana se absorbe a un ritmo mayor (20-50%) en comparación con el de la fórmula infantil de leche de vaca (4-7%).
Ejemplos: Nan Comfor 1®, Nan 1 Pro®, Nestogeno 1®, Aptamil 1®, Milupa 1®, Similac 1®, Nan Supreme 1®, Enfamil Premium 1®.
Fórmulas de seguimiento
También conocidas como “fórmulas 2”, están dirigidas a niños de entre 7 y 12 meses, extendiéndose su uso hasta los 36 meses.
Ejemplos: Nan Comfor 2®, Nan 2 Pro®, Nestogeno 2®, Aptamil 2®, Milupa 2®, Similac 2®, Nan Supreme 2®, Enfamil Premium 2®.
Fórmulas anti-regurgitación
Se trata de fórmulas más espesas elaboradas con el objetivo de reducir ligeramente los síntomas de reflujo y regurgitación.
Ejemplos: Enfamil AR Premium®, Nan AR®, Aptamil AR®.
Fórmulas de proteínas ampliamente hidrolizadas
Están elaborados a partir de proteínas del suero o caseína de la leche o de la soja, que se encuentran en forma de péptidos y dipéptidos, y pueden contener una parte de aminoácidos.
Indicaciones: Es la primera opción en el manejo de la alergia a las proteínas de la leche de vaca, en casos de alergia gastrointestinal inmediata, dermatitis atópica, urticaria aguda, angioedema, enteropatía, gastroenteritis, estreñimiento y proctocolitis inducida por la leche de vaca. También se puede utilizar en síndrome del intestino corto, enfermedad hepatobiliar, insuficiencia pancreática, enfermedades autoinmunes y síndromes asociados a inmunodeficiencia. Existen versiones con o sin lactosa.
Ejemplos: Alfaré®, Althéra®, Aptamil Pepti®, Pregomim Pepti®, Alergomed®, Nutramigen Premium®, Pregestimil Premium®.
Fórmulas de proteínas parcialmente hidrolizadas
Sólo están indicados para la prevención de enfermedades alérgicas, especialmente con antecedentes familiares favorables y dermatitis atópica, por ejemplo. Son más digeribles que los convencionales. Se denominan fórmulas hipoalergénicas.
Ejemplos: Sin lactosa: Similac Sensitive®, Peptamen Junior® en polvo (niños de 1 a 10 años). Con lactosa: Nan HA®, Aptamil HA®.
Fórmulas de aminoácidos
Están completamente hidrolizados, en estas fórmulas solo se encuentran aminoácidos. Son las unicas que no provocan alergias.
Indicaciones: Es la primera opción en el manejo de la alergia a la proteína de la leche de vaca en casos de anafilaxia, enterocolitis, esofagitis eosinofílica alérgica y enfermedad pulmonar crónica inducida por la leche de vaca (síndrome de Heiner).
Ejemplos: Niños hasta 1 año: Neocate LCP®, Amino MED®, AMIX®, Alfamino®. Niños mayores de 1 año: Puramino®, Neocate Advance®.
Fórmulas de aislados de proteína de soya
Están indicados en casos de intolerancia a la lactosa, galactosemia o alergia a la proteína de la leche de vaca mediada por IgE. Sólo se puede utilizar a partir de los 6 meses de edad.
Ejemplos: Nan Soy®, Aptamil Soja 1®, Aptamil Soja 2®, Enfamil Soja Premium®, Isomil®.
Fórmulas para bebés prematuros
Tienen mayor densidad calórica y aporte de calcio y fósforo.
Contenido calórico: Generalmente aportan 80 kcal/100 ml.
Contenido de proteínas: Generalmente, 3.3 g/100 kcal.
Ejemplos: Aptamil Pré®, Enfamil Pré Premium®, Pré Nan®.
Fórmulas sin lactosa
Tienen la misma composición que las fórmulas lácteas, pero no contienen lactosa. No se pueden utilizar en casos de galactosemia, porque algunos pueden contener residuos de lactosa.
Ejemplos: Nan SL®, Peptamen Junior® en polvo (niños de 1 a 10 años), Aptamil Sin Lactosa Pro Expert® (fórmula de seguimiento).
Preparación de fórmulas
Cada fórmula tiene su propia forma de prepararse y para ello se debe consultar la etiqueta. La mayoría de fórmulas utilizan una proporción de 1 medida por cada 30 mL de agua filtrada o hervida, pero es necesario consultar y seguir las instrucciones del prospecto específico de cada una.
Como recomendaciones generales, siempre debemos orientar la higiene de manos de cualquier persona que prepare la fórmula. Si hierves el agua, úsala después de que se haya enfriado o usar agua filtrada para preparar la fórmula en un recipiente desinfectado previamente lavado y hervido. Primero se debe colocar siempre el agua en el vaso o biberón, luego se debe agregar a la cantidad de agua el número equivalente de medidas, para permitir una mayor homogeneización de la solución y evitar que la fórmula en polvo se pegue al fondo del recipiente. Se debe agitar el recipiente tapado para homogeneizar la solución.
Se debe probar la temperatura de la solución antes de ofrecérsela al bebé y una vez que esté lista.
En los neonatos, para evitar el destete del pecho materno cuando hay necesidad de suplementación, lo ideal es ofrecer la fórmula infantil a través de una taza que no tenga ningún saliente en su borde y que se pueda lavar y hervir, como una taza pequeña de café.
Si no es posible ofrecerlo en taza, se puede dar en biberón con tetina ortodontica.
Referencias bibliográficas
DiMaggio DM, Cox A, Porto AF. Updates in Infant Nutrition. Pediatrics in Review 2017.
Solé D, et al. Brazilian Consensus on Food Allergy: 2018 – Part 2. Arq Asma Alerg Imunol. 2018; 2(1).
Sarni ROS, Santiago SN. Food pyramid: practical guidelines for different age groups. In: Brazilian Society of Pediatrics; Oliveira Filho EA, Nobrega M, (org.) Pediatric Therapeutics Update Program (PROPED): Cycle 3. Porto Alegre: Artmed Pan-americana; 2016; 1:9-54.
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