Actualizado 01 de septiembre 2023
Clase
- Analgésico opioide.
Mecanismo de acción
- Se une a los receptores opiáceos en el sistema nervioso central, provocando la inhibición de las vías ascendentes del dolor, alterando la percepción y la respuesta al dolor. Produce depresión generalizada del sistema nervioso central. También se ha demostrado que la metadona tiene antagonismo del receptor de N-metil-D-aspartato (NMDA).
Presentación
- Comprimido: 5 mg y 10 mg.
- Solución inyectable: 10 mg/m: Ampollas de 1 mL.
Uso clínico
- Control del dolor en cuidados paliativos.
- Dolor crónico.
- Adicción a los opioides.
- Desintoxicación de adictos a narcóticos (heroína u otras drogas similares a la morfina).
- Tratamiento temporal de mantenimiento de adicciones a estupefacientes en colaboración con servicios médicos y sociales adecuados.
Dosis
- Adultos:
- Analgesia:
- Comprimido: 2.5 a 10 mg VO cada 6, 8 o 12 horas.
- Solución inyectable: 2.5-10 mg IM/SC cada 3-4 horas si es necesario.
- Desintoxicación por dependencia de narcóticos: 15-40 mg/día VO/IM/SC con reducción gradual de la dosis, preferiblemente a intervalos de 1 o 2 días, según la respuesta del paciente.
- Dosis máxima: 120 mg.
- Analgesia:
Supervisión
- Evaluar el alivio del dolor, patrón respiratorio, estado mental, presión arterial, signos de mal uso, abuso y dependencia.
- Función hepática (datos iniciales y durante el tratamiento).
- Realizar pruebas de hepatitis y VIH, especialmente en pacientes con trastorno por consumo de opioides (antes de iniciar el tratamiento).
- Signos o síntomas de hipogonadismo o hipoadrenalismo.
- Se recomienda controlar la glicemia en pacientes con dosis iguales o superiores a 40 mg/día.
- Considere las concentraciones séricas de metadona en pacientes con dependencia de opioides, con una dosis estable de metadona, que desarrollan síntomas de aumento de la sedación (somnolencia 2 a 4 horas después de una dosis) pero también desarrollan deseos o síntomas de abstinencia antes de la siguiente dosis programada.
- Evaluar el electrocardiograma inicial (evaluar el intervalo QTc) antes del tratamiento en pacientes con factores de riesgo de prolongación del intervalo QTc.
- Recomendaciones alternativas: Dolor crónico (tratamiento a largo plazo o cuidados paliativos, tratamiento activo del cáncer, anemia de células falciformes o tratamiento asistido con medicamentos para el trastorno por consumo de opioides).
- Evaluar los beneficios y riesgos del tratamiento con opioides dentro de 1 a 4 semanas después de iniciar el tratamiento y con aumentos de dosis. Reevaluar los beneficios y riesgos cada 3 meses durante el tratamiento o con mayor frecuencia en pacientes con mayor riesgo de sobredosis o trastorno por consumo de opioides. Se recomienda realizar pruebas de detección de drogas en orina antes del inicio y se debe considerar volver a controlarlas al menos una vez al año (incluye medicamentos recetados y drogas ilícitas de abuso).
Uso geriátrico
- Medicamento potencialmente inadecuado para personas mayores.
- En general, se debe tener cuidado al seleccionar una dosis para pacientes de edad avanzada, utilizando la dosis clínica eficaz más baja, teniendo en cuenta la frecuencia de disminuciones de la función hepática, renal, cardíaca o respiratoria, enfermedades concomitantes o el uso de otros tratamientos farmacológicos.
Uso en el embarazo
- Categoría C: Uso peligroso. Los estudios en animales han demostrado riesgo fetal.
Uso en lactancia
- Riesgo muy bajo: Uso permitido durante la lactancia.
Uso perioperatorio
- No es necesario suspenderlo antes del procedimiento.
Uso por sonda nasogástrica/nasoenteral
- Comprimido: Permitido: Triturar el comprimido, diluirlo en 10 mL de agua filtrada, pausar la dieta, lavar el tubo, administrar el medicamento, lavar nuevamente el tubo y reiniciar la dieta.
Pediatría
- Comprimido: No apto para niños.
- Solución inyectable:
- Para el dolor: La dosis debe ser determinada por el médico.
- Para dependencia de estupefacientes (niños menores de 18 años): El uso y la dosis deben ser individualizados por el médico, teniendo en cuenta la edad y el peso del niño.
Ajuste de dosis
- Pacientes de edad avanzada o debilitados, para aquellos con insuficiencia hepática y renal grave, hipotiroidismo, enfermedad de Addison, hipertrofia prostática o estenosis uretral: Este medicamento debe usarse con precaución y se debe reducir la dosis inicial.
- Insuficiencia renal: En pacientes con insuficiencia renal se recomienda iniciar el tratamiento en pacientes con dosis más bajas e intervalos más prolongados.
- Clearance de creatinina: < 10 mL/minuto: Administrar 50-75% de la dosis normal.
Efectos adversos
- Delirium.
- Mareos.
- Sedación.
- Náuseas, vómitos.
- Transpiración.
Contraindicaciones
- Hipersensibilidad a los componentes.
- En casos de insuficiencia respiratoria grave y asma bronquial aguda o hipercapnia.
- Pacientes con obstrucción gastrointestinal sospechada o conocida, incluido íleo paralítico.
- Mujeres embarazadas.
Advertencias
- Este tiene efecto sedante y, durante su uso, se debe evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que su efecto puede potenciarse.
- La metadona puede producir una dependencia similar a la de la morfina. Por lo tanto, tiene el potencial de ser adictivo. Después de la administración repetida puede desarrollarse dependencia y tolerancia física y psíquica, por lo que su administración debe ser criteriosa.
- Los opioides pueden enmascarar el diagnóstico o la evolución clínica en pacientes con abdomen agudo.
- La metadona debe usarse con precaución, con dosis reducidas, en pacientes que reciben otros analgésicos narcóticos, anestésicos generales, fenotiazinas, otros tranquilizantes, sedantes hipnóticos, antidepresivos tricíclicos y otros depresores del sistema nervioso central, incluidos el alcohol y las drogas ilícitas. Puede producirse depresión respiratoria, hipotensión, sedación profunda o coma.
- La acción de la metadona en el tratamiento de mantenimiento se limita al control de los síntomas narcóticos, siendo ineficaz para el alivio de la ansiedad generalizada.
- Los efectos depresores respiratorios de la metadona y su capacidad para elevar la presión del líquido cefalorraquídeo pueden aumentar considerablemente en presencia de un aumento de la presión intracraneal. Además, los narcóticos producen efectos secundarios que pueden oscurecer el curso clínico de los pacientes con lesiones intracraneales. En tales casos, la metadona debe usarse con precaución y sólo si existe una gran necesidad.
- También se debe tener precaución cuando se administre a pacientes que presenten crisis asmática y enfermedad pulmonar obstructiva, disminución de la reserva respiratoria, hipoxia o hipercapnia. Su administración puede provocar depresión respiratoria aguda.
- La administración de metadona u otros narcóticos puede oscurecer el diagnóstico o el curso clínico en pacientes con afecciones abdominales agudas.
- La administración de metadona puede provocar hipotensión grave en una persona cuya capacidad para mantener la presión arterial normal ya se ha visto comprometida, ya sea por una disminución del volumen sanguíneo o por la administración de fármacos como fenotiazinas o ciertos anestésicos.
- La metadona puede afectar las capacidades mentales y/o físicas necesarias para la realización de tareas potencialmente peligrosas, como conducir un vehículo u operar una máquina, y se debe alertar adecuadamente al paciente.
- La metadona, al igual que otros narcóticos, puede producir hipotensión ortostática en pacientes ambulatorios.
- Cuando se requieren dosis repetidas, se recomienda la administración IM. La administración subcutánea repetida provoca irritación e induración del tejido local.
- Este medicamento puede provocar dependencia física y psicológica.
- Este medicamento puede provocar dopaje.
Farmacocinética
- Absorción: Cuando se administra por vía oral, se absorbe bien en el tracto digestivo.
- Distribución: Se une a la albúmina y otras proteínas plasmáticas y tisulares, lo que puede explicar sus efectos acumulativos y su lenta tasa de eliminación, siendo su tasa de fijación a las proteínas plasmáticas del 60-90%. Las concentraciones tisulares de metadona (pulmón, hígado, riñón) son más altas que las concentraciones plasmáticas. La sustancia atraviesa la placenta y se excreta en la leche materna.
- Metabolismo: Hepático; N-desmetilación principalmente a través de CYP3A4, CYP2B6, CYP2C19, CYP2C9 y CYP2D6 para metabolitos inactivos; principalmente a nivel del hígado, donde sufre desmetilación y ciclación sin conjugación. Los metabolitos son inactivos.
- Eliminación: Se excreta por filtración glomerular y luego sufre reabsorción renal. Esto provoca una disminución del pH urinario. La excreción urinaria depende de la dosis y representa la principal vía de eliminación. Después de la administración de una dosis única de metadona, el 20% se excreta en la orina en forma no modificada y el 13% en forma metabolizada. Además, el 20-40% de la dosis inicial también se excreta en las heces en forma metabolizada, a través de la bilis. La metadona se puede encontrar en el sudor y la saliva.
Referencias bibliográficas
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Methadone: Drug Information. Lexicomp Online, Pediatric and Neonatal Lexi-Drugs Online. Hudson, Ohio: Wolters Kluwer Clinical Drug Information Inc., 2022.
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