Actualizado 17 enero 2023
Definición
Inflamación del tejido pericárdico, que puede ser de etiología infecciosa (primaria) o secundaria a una patología sistémica (enfermedades autoinmunes, neoplasias, reacciones a medicamentos entre otras). Se define como pericarditis aguda cuando su duración es < 6 semanas. Cuando afecta también al miocardio, se denomina miopericarditis.
Etiología
- Infeccioso: Viral, bacteriana, tuberculosis, hongos, toxoplasmosis y amebiasis.
- Reacción inmune: Enfermedades autoinmunes (espondilitis anquilosante, lupus, esclerodermia, artritis reumatoide, vasculitis entre otras), fiebre reumática, sarcoidosis, síndrome de Dressler (post-IAM tardío), medicación (Procainamida, Hidralazina, Minoxidil, Isoniazida, Difenilhidantoína, anticoagulantes).
- Toxinas: Uremia.
- Traumático: Postraumático, post-pericardiotomía.
- Neoplásicas: Neoplasias primarias y metastásicas.
- Otros: IAM, mixedema, enfermedad de Whipple, pericarditis familiar, idiopática.
Pericarditis prolongada:
- Pericarditis subaguda: Duración 6 semanas a 6 meses.
- Pericarditis crónica: Duración > 6 meses.
Presentación clínica
Dolor precordial o retroesternal
- De inicio súbito, continuo o intermitente de tipo pleurítico (ventilatorio-dependiente), peor con la inspiración profunda y mejor en posición genupectoral (tronco inclinado hacia adelante) o abrazando una almohada (posición de Blechman). El dolor puede simular un síndrome coronario que al ser un diagnóstico diferencial importante, debe descartarse.
Disnea
- Por restricción ventilatoria antalgica, que conduce a la hipoventilación.
Cuadro viral inespecífico
- Caso de pericarditis viral, más común.
Frote pericárdico (85% de los casos)
- Sonido trifásico en ruido de «cuero nuevo»; significa una pequeña cantidad de líquido inflamatorio en el pericardio, lo que indica que la pericarditis aguda es una causa probable del dolor torácico. El ruido tiende a desaparecer con el aumento del derrame pericárdico.
Signo de Ewart
- Compresión de la base del pulmón izquierdo por derrame pericárdico masivo, presentando matidez a la percusión en la zona por debajo del ángulo de la escápula izquierda, disminución o abolición de los ruidos respiratorios y presencia de estertores crepitantes (compresión alveolar).
Taponamiento cardíaco
- Complicación temida de pericarditis con derrame voluminoso, presentando hipofonesis de sonidos, disnea, ortopnea, distensión yugular, hepatomegalia, signos de bajo gasto y pulso paradójico (disminución > 10 mmHg de la PA sistólica durante una inspiración profunda).
Principales etiologías de la pericarditis:
- Viral o idiopática
- Principal causa de pericarditis. Los principales agentes son los virus Coxsackie A y B y Echovirus 8, pero otros como el VIH, influenza y herpesviridae (EBV, CMV, herpesvirus) pueden causar el cuadro. Son en general, condiciones autolimitadas, más comunes en individuos jóvenes, y rara vez se complican con taponamiento cardíaco. Las alteraciones del ST tienden a remitir en pocos días, al igual que los síntomas.
- Bacterianas (piogénicas)
- En general, son condiciones severas, con fiebre alta, escalofríos y toxemia. La afectación pericárdica suele deberse a diseminación por contigüidad (neumonía, derrame pleural, mediastinitis). La pericardiocentesis siempre está indicada en asociación con la terapia antibiótica.
- Enfermedades reumatológicas o inducidas por fármacos
- La pericarditis puede acompañar a una variedad de afecciones inmunomediadas, como enfermedades autoinmunes (lupus, espondilitis anquilosante, esclerodermia, artritis reumatoide,vasculitis y otros), fiebre reumática, sarcoidosis, síndrome de Dressler (post-IAM tardío), medicación (Procainamida, Hidralazina, Minoxidil, Isoniazida, Difenilhidantoína, anticoagulantes).
- Uremia
- la pericarditis urémica es frecuente en pacientes renales que aún no han recibido terapia de diálisis, o hasta 8 semanas después de iniciar la diálisis, y puede causar derrame fibrinoso o hemorrágico, comúnmente acompañado de frote pericárdico.
- Pericarditis relacionada con la diálisis
- Cualquier caso de pericarditis que comienza 8 semanas después de la diálisis responde mal al aumento de las sesiones de diálisis.
- Tuberculosis
- Siempre debe ser parte del diagnóstico diferencial de la pericarditis, especialmente en caso de antecedentes de fiebre nocturna, pérdida de peso y fatiga crónica, que preceden a la condición de pericarditis por semanas o meses. La confirmación diagnóstica se realiza mediante biopsia (mostrando los clásicos granulomas caseosos). Es la principal causa de pericarditis constrictiva en nuestro medio.
Enfoque diagnóstico
A partir de la sospecha clínica, los exámenes complementarios pueden corroborar el diagnóstico.
Exámenes de rutina
- Electrocardiograma.
- Radiografía del tórax.
- Marcadores de necrosis miocárdica.
- Hemograma.
- Actividad inflamatoria (VHS, PCR).
- Función renal y electrolitos.
- Ecocardiograma.
Electrocardiograma: Debe ser el examen complementario inicial ante un caso de dolor torácico. El electrocardiograma se encuentra alterado en más del 90% de los casos de pericarditis aguda, y sus hallazgos más comunes son:
- Elevación difusa del ST con concavidad superior acompañada de onda T positiva y picuda, excepto en V1 y aVR (en las que suele observarse elevación del ST).
- Intervalo PR por debajo o por encima en discordancia con el desnivel del ST.
- Derrame pericárdico masivo/taponamiento cardíaco: QRS de baja amplitud (< 5 mm).
- Hay una evolución temporal del electrocardiograma en la pericarditis, que implica la elevación del ST y la depresión del PR, su normalización en 1 semana, una inversión difusa de la onda T poco después, seguida de normalización o retorno al electrocardiograma basal. Este orden no siempre está presente, y factores como el tratamiento, por ejemplo, pueden acelerar el proceso.
Radiografía de tórax: Puede mostrar cardiomegalia en un paciente con un pulmón sin signos de congestión.
Marcadores de lesión miocárdica: CK-MB y troponinas pueden estar aumentadas.
Proteína C-reactiva: Una proteína inflamatoria de fase aguda producida por el hígado. No es específico para el diagnóstico, pero puede ayudar en el tiempo de tratamiento.
Ecocardiograma: Alta sensibilidad y especificidad, no invasivo y se puede realizar al lado de la cama. Puede confirmar la presencia de líquido, cuantificarlo y localizarlo. Puede mostrar signos de engrosamiento, constricción y taponamiento pericárdico. Sin embargo, en pacientes sin derrame pleural, la prueba puede no mostrar alteraciones.
Tomografía computarizada y resonancia magnética nuclear: Tienen mayor sensibilidad y especificidad que el ecocardiograma para diagnosticar pequeños derrames y engrosamientos pericárdicos, pero se reservan solo para casos de diagnóstico dudoso.
Pruebas específicas: Si existe sospecha de una etiología particular, se deben solicitar pruebas dirigidas a la patología en cuestión (ej. investigación de tuberculosis, serología de VIH, pruebas reumatológicas, hemocultivos y eventualmente, biopsia miocárdica).
Criterios diagnóstico
Diagnóstico confirmado en presencia de al menos dos de estos cuatro criterios:
- Dolor torácico típico.
- Frote pericárdico.
- Cambios electrocardiográficos compatibles (elevación difusa del segmento ST).
- Derrame pericárdico nuevo o progresivamente peor.
Diagnóstico diferencial
- El síndrome coronario agudo.
- Disección aórtica.
- Tromboembolismo pulmonar.
- Neumonía.
- Repolarización temprana.
- Angina estable.
- Angina de Prinzmetal.
- Trastorno de ansiedad.
- Esofagitis.
- Enfermedad por reflujo gastroesofagico.
- Dispepsia.
- Costocondritis.
Seguimiento
Hospitalización: No es necesaria en todos los casos, estando indicada en pacientes con manifestaciones de alto riesgo de evolución desfavorable, tales como:
- Fiebre > 38 oC y leucocitosis.
- Evidencia de taponamiento cardíaco o derrame pericárdico significativo.
- Curso subagudo de la enfermedad (sin dolor torácico agudo).
- Inmunodeprimidos.
- Uso de antagonistas de la vitamina K (warfarina).
- Trauma reciente.
- Fracaso del tratamiento con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o colchicina.
- Troponina elevada (sugiere miocarditis asociada).
Enfoque terapéutico
En general, el cuadro es autolimitado y el tratamiento es únicamente sintomático, además de retirar el factor desencadenante, ejemplo:
- Sospecha de fármaco: Suspender.
- Uremia: Diálisis.
- Enfermedad autoinmune: Tratamiento específico.
Se debe evitar la actividad física extenuante hasta que se resuelvan los síntomas. Los atletas deben suspender las competencias por 3 meses.
El tratamiento estándar consiste en un AINE (hasta que mejoren los síntomas y baje la proteína C reactiva, tras reducir la dosis hasta completar 3 meses de tratamiento para evitar recaídas), asociado a Colchicina. Opciones:
- Ácido acetilsalicílico 650-1.000 mg VO cada 8 horas (preferentemente en pericarditis post-infarto).
- Ibuprofeno 600-800 mg VO cada 8 horas.
- Ketorolaco 10 mg VO o IV cada 6 horas.
- Naproxeno 250-500 mg VO cada 12 horas.
Asociar Colchicina 0.5 mg VO cada 12 horas por 3-6 meses.
Si contraindicación para el uso de AINEs o indicaciones específicas (embarazo, insuficiencia renal): Sustituir el AINE por un corticosteroide y mantener la Colchicina (evitar en pacientes con pericarditis post-infarto):
- Prednisona 0.25-0.5 mg/kg VO cada 24 horas durante 2-4 semanas.
Pericarditis piógena: Pericardiocentesis (drenaje) + antibioticoterapia empírica (Vancomicina + Ceftriaxone o Cefepime):
- Vancomicina 25 mg/kg EV en dosis de carga + 15 mg/kg EV cada 12 horas.
- Asociar Ceftriaxona 2 g IV cada 24 horas o Cefepima 2 g IV cada 12 horas.
Pericardiocentesis
- Indicaciones:
- Taponamiento cardíaco.
- Derrame pericárdico > 20 mm (en diástole).
- Sospecha de pericarditis purulenta o tuberculosa.
- Contraindicaciones:
- Sospecha de disección aórtica.
- El diagnóstico se puede realizar por medios menos invasivos.
- Contraindicaciones relativas:
- Coagulopatía no corregida.
- Trombocitopenia < 50.000/mm3.
Técnica de pericardiocentesis:
- Orientar al paciente sobre el procedimiento.
- Coloque al paciente en decúbito supino o, si es posible, a 45o.
- Acceso venoso periférico, monitoreo cardiaco continuamente.
- Póngase el equipo de protección personal.
- Definir campo estéril, identificar puntos de referencia anatómicos y realizar anestesia local.
- Introducir la aguja en un ángulo de 45º, entre el xifoides y el reborde costal izquierdo, orientándola hacia el hombro izquierdo y aplicando presión negativa (aspiración).
- Observe la aspiración de sangre.
- Mantenga la aguja firme.
- Avanzar la guía a través de la aguja.
- Retirar la aguja conservando la guía.
- Abra un pequeño orificio en la piel, cerca del cable guía.
- Introducir el dilatador a través de la guía.
- Introducir el catéter a través de la guía.
- Retire el cable guía y conéctelo al colector de drenaje.
- Fijar el catéter y el vendaje o apósito local.
- Si hay elevación del segmento ST en el trazado electrocardiográfico, la aguja debe retirarse unos milímetros (contacto con el epicardio). Esté atento a posibles arritmias.
(Ver – Pericardiocentesis)
Guía de indicaciones
Prescripción ambulatoria en pericarditis aguda no complicada
Tratamiento farmacológico
1 . Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Mantener hasta que los síntomas mejoren y/o baje la PCR, reducir la dosis semanalmente hasta completar 3 meses de tratamiento: Elija una de las siguientes opciones.
- Ácido acetilsalicílico 650-1.000 mg VO cada 8 horas (preferiblemente en pacientes con infarto reciente), después de la fase aguda reducir 250 mg por semana.
- Ibuprofeno 600-800 mg VO cada 8 horas, luego de la fase aguda reducir 200 mg por semana.
- Naproxeno 250-500 mg VO cada 12 horas, después de la fase aguda reducir 250 mg por semana.
- Ketorolaco 10 mg VO cada 6 horas, después de la fase aguda reducir 10 mg por semana.
2. Antiinflamatorio asociativo:
- Colchicina 0.5 mg VO cada 12 horas durante 3-6 meses.
3. Corticoides. En caso de contraindicación a AINEs o casos específicos (embarazo, ERC):
- Prednisona 0.25-0.5 mg/kg/día VO durante 2-4 semanas.
Recomendaciones para el paciente
- Manténgase bien hidratado.
- Eliminar los factores desencadenantes.
- Evite el esfuerzo físico durante el tratamiento.
Prescipcion hospitalaria en pericarditis complicada
Recomendaciones:
- Búsqueda de factores desencadenantes.
- Indicar hemodiálisis en casos de pericarditis urémica.
- Tomar cultivos en casos de sospecha de infección bacteriana.
Dieta e Hidratación
- Dieta libre, o según comorbilidades.
- Hidratación oral.
Tratamiento farmacológico intrahospitalaria
Ademas de los medicamentos descritos anteriormente se debe considerar intrahospitalariamente en la pericarditis complicada:
Terapia antibiótica empírica
Si pericarditis piógena: Asociación:
- Vancomicina 25 mg/kg IV como dosis de carga + 15 mg/kg IV cada 12 horas, asociado a cefalosporina.
Opciones de cefalosporina:
- Ceftriaxona 2 g IV cada 24 horas.
- Cefepima 2 g IV cada 12 horas.
Tratamiento No Farmacológico
- En casos de taponamiento cardíaco, realizar pericardiocentesis.
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